El Colectivo Elefante Rosa presentó por primera vez en
Granada, dentro del programa del Festival de Poesía y Performance
'Cartografías Poéticas Urbanas', un montaje titulado 'Tupperpoetry', al
que califican de «intervenciones domésticas polipoéticas,
reinterpretaciones de los rituales domésticos». Estas acciones
'caseras', como si se tratara de otras iniciativa similares a las que se
organizan con el sello 'tupper', como los 'tuppersex', están a cargo de
cinco performers: Javier Seco, Inocencio Mudarra, Gabriela Rodríguez,
Tarha Erena, Silvia Romero y la violinista Mathilde.
En esta ocasión se eligió el número cuatro de la
albaicinera Plaza Larga. La hora de la cita fue a las nueve de la noche.
En la puerta, con la entrada, se distribuyó al público el 'kit poético'
correspondiente. «En cuanto se cubran las veinte personas, empezamos»,
dijo uno de los organizadores. En el patio de la casa se situaron las
sillas y comenzó la sesión con la proyección de una serie de
cortometrajes, de 'performances' de Tarha Erena. Mathilde entonó al
violín una melodía, y ahí empezó la verdadera acción. «Seguidme,
seguidme», invitó al público. «Coged del 'kit' el folio en blanco y
haced un barquito de papel», ordenó. Tras pasar un oscuro pasillo la
puerta dio a otro patio, donde Tarha apareció sumergida en una piscina
hinchable. Recita versos, se mueve, danza en el agua, y recoge los
barquitos de papel cargados de versos. Los coloca en el agua... Empezó
la acción.
Lírica del cuerpo
«No queremos actuar, sino transformarnos en directo y
dejar algo de nosotros para que se quede en el público. Pretendemos que
cada sesión sea diferente. Depende de las posibilidades del lugar y de
las fuentes de inspiración», comentó Tarha, una de las cabecillas de
este colectivo que también edita el fanzine de poesía 'Elefante Rosa',
una de las pocas publicaciones independientes dedicadas a la lírica y al
arte visual.
«Siempre hay contexto poético, performances, acciones
poéticas, audiovisuales, espacios para tocar, ver, oír y degustar»,
comentó la artista. «Una forma de hacer poesía es hacerla con el cuerpo;
expresando una idea, una palabra, un sentimiento, utilizando la
expresión corporal. El espacio escénico está hecho para utilizarlo: hay
que apoderarse de él y enseñar lo que hay dentro», añadió esta poeta de
la performance. Y lo consiguió.
Los espectadores se introdujeron en la acción y
presenciaron la peculiar forma de vida y de ver las cosas de los
artistas, que involucran activamente al espectador . El público se lleva
una experiencia única de la que formó parte.