sábado, 28 de noviembre de 2009

FRANCISCO JAVIER MONTORO

¡Hola!
Soy Javier Montoro. Aquí adjunto un documento con algunos de mis poemas y una nota biobibliográfica. En cuanto pueda os mando las fotos con libros y tuppers.
Quería deciros también que, además de ofrecer mis textos y, sobre todo, mi ayuda para coordinar el proyecto, también ofrezco el salón de mi pisito para alguna posible y futura reunión. A ver si surge algo prontito :)
Un abrazo.




Javier Montoro alias Asesino de Espejos tiene 18 años y, aunque es de Córdoba, ahora mismo se encuentra en Granada realizando sus estudios. Estudia el segundo curso de Traducción e Interpretación especializándose en la lengua árabe, aunque también estudia chino y griego, así como algunas asignaturas de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Tiene publicado un primer poemario llamado Anatomía de las Matrioskas que le hizo ganador, el año pasado, a sus 17 años, del premio de poesía Alea Blanca 2008, otorgado por la editorial granadina del mismo nombre. Se trata de un poemario que busca la esencia humana, mecanoclasta, que intenta sacar el vacío que parece haber dentro de muchos. Ha colaborado en algunos espacios digitales y revistas como El Laberinto de Ariadna, En Sentido Figurado o Dulce Arsénico. Recientemente aparece en la revista Los Noveles. Ha sido antologado en la plaquette Poesía Excesiva (El Alacrán Gafe Ediciones, 2009). Colabora en el portal juvenil Territorio K (www.territoriok.org), escribiendo artículos sobre temas diferentes. Es un amante del teatro y la improvisación y forma parte del grupo de teatro Teatrádum. Es promotor cultural y coordinador de las actividades del Colectivo Juvenil Hipervínculos Divergentes, y de su revista digital homónima, que pronto verá la luz. Se encarga de coordinar desde Granada el recital poético multilingüe En Lengua Ajena (http://enlenguaajena.blogspot.com/ ) que pretende unir idiomas y partir de la traducción como punto de encuentro entre voces y literaturas. Mantiene su blog personal http://latintaescarchada.blogspot.com/




TRES POEMAS DEL LIBRO “Anatomía de las matrioskas”


tribulaciones ovinas

que los métodos del pastor eran algo heterodoxos

ya lo sabíamos



también que sobraba detenerse en el espacio, tamizado

de piedras por su acento argentino



no importaba demasiado:

estaban los cinco minutos de la comida para pastar

las nubes, la sobremesa para expandirlas; luego vendrían

[las tormentas



cuando llovía, el pastor nos acariciaba

el estómago, nos estampaba antologías lúdicas,

nos besaba los ojos,

nos tapaba con las manos -la sobrehidratación

es un arma de doble filo-



los días no hacían daño

porque cada vez el pasto sabía más a ozono



hasta que el paladar se quejase



no importaba demasiado:

estaban los cinco minutos de reserva para descubrir

que el Sol podría ser un postre delicioso



pero el pastor era reacio a las indigestiones

y no aparecía llovía mucho

el camino era muy liso y resbalaba

nuestros pasos iban descompasados

los esquemas eran demasiado sólidos



las nubes nos habían sentado mal



cómo entender entonces que nos sobrecogiera la calma



cuando surgió Dolly encima de nuestro pasto

con el Sol en las manos

dispuesta a servírnoslo como quisiéramos

dispuesta a decirnos sonriendo:

“Aquí, tú eres el King”













Ariadna

Los versos de Konstantin Kavafis

jadean en los oídos de la muchacha

Ahora comprende lo que son las Ítacas,

o al menos las Cretas

Ella, que está esmerada

en rodear su isla con alambre electrificado,

fue abandonada por un Teseo oculto entre padres protectores

Si la miras desde tu barco, la verás hacer acopio

de los juguetes de otros niños

Si te acercas a ella, te gritará sus lemas

para que separes la basura:

la confianza al contenedor azul,

el amor al amarillo

De vez en cuando,

contempla extasiada su ombligo

buscando un cordón umbilical

que la una a cualquier origen

Se entretiene dando patadas a un ovillo

de hebra dorada,

y en él envuelve sus dedos heridos

cuando la sal del mar le escuece

Ella no llora, únicamente grita con la cara mojada

La mejor cura para el síndrome de Odiseo

es nadar con los brazos entumecidos, por eso

Ariadna hace kilométricas las orillas de su ínsula

Sabe que su destino está en dirección contraria a Creta






opus tessellatum



Estoy hecho de teselas, teselas sin argamasa de unión



Quizá pasarán algunos años antes de verme totalmente

uniforme, pero hasta entonces no seré más que un resto

arqueológico



Antes los niños podían jugar con las piezas de mi puzzle,

formar mi nariz, arrancarme los ojos, amputarme una mano,

pero sus padres les regañaban y dejaron de divertirse conmigo

Y me duelen sus pellizcos zurdos


Ellos creen que se llevan algo de mí, pero les está prohibido

coger cosas del suelo

Siempre se cansan y yo no lo entiendo, nunca sabré por qué

tienen que dormir la siesta

Ahora ya no están, por eso duermo con la luz encendida, pues

quizá vendrán a recoger sus zapatos,

sus juguetes y la pieza que le falta a mi rompecabezas











“CON LAS PRINCESAS MUERTAS SE HACEN PESADILLAS” (Fragmentos I y II publicados en la plaquette antológica “Poesía Excesiva”)


I


la boca de fresa propaga los gemidos

que vuelven de cera sus dientes


cuando grita


resbalan del aire

los mismos maquillajes

que prolongaron sus lágrimas

de ácido

[al cielo

le bastan

sonrisas húmedas

custodia de los labios afrutados

para derramar las sombras

y cambiar el rumbo

- escupir en las aceras

pintadas


la boca de fresa acaricia las frías paredes

muy de vez en cuando, yo siempre me acuerdo

de cómo tatuaba la habitación

beso a beso

hasta teñirla de fruta


pero la fruta se echa a perder

y la boca de fresa luego se pudre

y los dientes la circuncidan

y poco a poco recuerda


que algún día fue semilla

y terminan los besos


y cualquier gemido,

restregado en las paredes,


enmudece









II


a veces desearía

no haber empezado nunca ese juego


nunca haber descendido a las mazmorras

donde hablaban las princesas de sus príncipes dotados

de un miedo especial a las alturas

y un específico odio a las quimeras


donde entre chismes se reían,

[indefensas, divertidas]

hasta que ardían sus vestidos

en fiestas de pijamas

y se cubrían con edredones

porque entre las rejas de la celda

se colaba el frío



a veces me concentro

en las trenzas invisibles que las colgaban

de las nubes,

en las niñas usándolas como lianas

en cualquier parte abandonadas a su suerte

como estrellas de gas nulo rodando

cielo abajo


y a veces las recuerdo

encajando sus uñas en las piedras

intentando volver a sus ventanas

y orinarse en el colchón

sin represiones



yo simplemente ato pañales

a mi ventana,

no sé subir de otra forma















POEMA INÉDITO


traslación


Disipa las persianas y anuncia
la estela del verano.

Yo despedazaré el frío,
abrazado a mis madejas
de nieve.

Ahora podríamos mover
órbitas de uñas estancadas
en carnes sucias e intrigantes.

Aviso.
Cualquier estación
irá palideciendo en mis pulgares.

1 comentario:

  1. Gracias Francisco. Que sepas que tengo tu libro de las matrioskas en casa. Me lo regaló tu editor jejej

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